Triunfo Agridulce de
la democracia...
Del total de ciudadanos
que estaban habilitados para ejercer su derecho al voto en Caldas
(755,323), sólo 220,137 cumplieron con el llamado de las urnas. Esta
cifra corresponde a un penoso 29.14 % o en cifras más contundentes,
cerca de un 70% de abstención en todo el departamento. Claramente
esta cifra elevada de ausencia en las urnas ha sido provocada por el
carácter irregular de las elecciones que apresuró la campaña con
candidatos improvisados y un elevado nivel de desconfianza de la
ciudadanía.
De ese casi 30% de
sufragantes que cumplió con su derecho ciudadano, sólo la mitad (un
50.85%) votó por el candidato ganador Julián Gutiérrez, sin contar
que -de ellos- poco menos de la mitad fueron habitantes de la capital
departamental.
Lo que revelan estas
cifras es la poca legitimidad de la que goza(rá) el nuevo gobernador
Julián Gutiérrez con el apoyo de menos de un 15% del total de la
población apta para votar en todo el territorio caldense; esto sin
contar el escaso apoyo recibido por los otros candidatos.
La idea está clara. Las
circunstancias ya bastante conocidas obligaron a la destitución del
pasado gobernador; se forzaron unas elecciones irregulares que
obligaban a las maquinarias politiqueras de los partidos
tradicionales a elegir un candidato en cuestión de días y movilizar
todas sus herramientas para conseguir el mayor número de votos de la
que -se sabía- habría una gran abstención por la premura de los
comicios... El resultado: uno de los datos más altos de apatía
electoral en toda la historia del departamento; un revelador 10.89%
de votos en blanco y la desoladora sensación de una crisis de
legitimidad en la política caldense, que si bien no es algo
novedoso, deja claro que los pseudo-partidos tradicionales, los
líderes de vieja data e incluso las propuestas políticas
alternativas son vistas con recelo por la ciudadanía y se abre el
debate sobre la urgencia de una propuesta sería y contundente que
renueve la democracia... al menos, para empezar, en el orden
regional.
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