domingo, 16 de septiembre de 2012

LA ELECCIÓN DE LOS NO-ELEGIDOS

LOS PROCESOS DE SELECCIÓN Y REPRODUCCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO EN UN COLEGIO POPULAR DE MANIZALES*.



Tal vez parezca muy sugestivo colocar en el título de este trabajo una inversión de la frase con que Pierre Bourdieu denota el primer capítulo de su libro los Herederos. Los estudiantes y la cultura, “La elección de los elegidos”; sin embargo, el propósito del presente trabajo está enfocado en indagar la forma en que esos procesos de selección (ocultos a veces, otras tantas explícitos), mediante los cuales las dinámicas del sistema educativo excluyen en su desarrollo a los estudiantes con menor capital cultural heredado, se hacen presentes incluso en instituciones educativas identificadas por brindarle la formación escolar básica a un grupo social que no se caracteriza por contar con un gran cúmulo de dicho capital a saber: los estudiantes de sectores populares, para este caso, del Colegio Vocacional San Agustín en el Barrio Colón.
En estos términos, la hipótesis que se maneja aquí se resume en que la elección que realiza el sistema educativo dentro de este plantel no es la de unos estudiantes “elegidos” por su capital cultural para permanecer en el sistema o trascender en la escala social sino que, por el contrario, dicha elección conlleva a lo sumo a la culminación de los estudios de básica secundaria y solamente en casos excepcionales al ingreso a un instituto técnico de educación continuada, lo que hace aun más difícil las posibilidades de ascenso en la escala social (enclasamiento, re-enclasamiento)[1].
Veremos entonces las posibilidades de análisis que para este caso brinda la teoría de Bourdieu a un caso particular de la sociedad colombiana; posteriormente el marco legal sobre el cual descansa la dinámica del sistema educativo colombiano desde el Plan decenal de educación, pasando por el Plan de desarrollo de Manizales y su apartado acerca de las condiciones y objetivos de la educación, hasta las políticas internas del colegio mencionado; finalmente, se presentan los resultados de una pequeña indagación de campo realizada durante el semestre a la luz de la teoría del sociólogo francés.

LA TEORÍA DE LA REPRODUCCIÓN SOCIAL VISTA EN EL CONTEXTO COLOMBIANO.

Cuando Bourdieu habla de los procesos de selección que lleva a cabo el sistema educativo frente a los estudiantes, devela precisamente una lógica interna que no había sido analizada aun por las ciencias sociales y en la que, de manera aparencial, la educación moderna contaba con uno de los mecanismo más democráticos de este tipo de instituciones [modernas]. A simple vista, la educación democratizada permite (y exige) la vinculación y cobertura de toda la población en edad de ser escolarizado, así como también la educación continuada para ciudadanos mayores que no terminaron dicho ciclo; como en el caso colombiano con las políticas de educación continuada para adultos.
Por otra parte, si bien las políticas de inserción y cobertura escolar parecieran brindar todas las posibilidades para que los individuos gocen de los beneficios del sistema educativo, los amplios problemas de deserción escolar y de permanencia y repitencia en Colombia solo han sido explicados tradicionalmente sobre la base de los análisis económicos de pobreza y altos costos para el acceso a la educación. Además de esto, las modalidades de éxito y fracaso escolar en las posibilidades de acceso a la educación superior han sido entendidas –según Bourdieu- en términos de una Teoría del don[2] que reconoce en los estudiantes “adelantados” con respecto a sus compañeros una inteligencia o unas capacidades intelectuales superiores, y es con base en esas dotes intelectuales superiores que se establecen los parámetros para la medición de los estándares de calidad en la educación a nivel general[3].
Bourdieu encuentra a este respecto que esa falsa “teoría del don” oculta los parámetros que tienden a reproducir unas estructuras sociales por diferencias de clases (aunque no en el sentido estrictamente marxista del concepto). Estas estructuras sociales se basan efectivamente en la tenencia de un capital y la forma en que este se hereda a las nuevas generaciones a través de la familia. No obstante Bourdieu, para efectos de su estudio elabora el concepto de capital cultural para referirse a la forma en que las prácticas tradicionalmente constituidas en el orden familiar se reproducen (heredan) a los hijos por medio de los primeros procesos de socialización.
De esta forma es que el autor comprende de qué manera el capital cultural heredado por los hijos de las capas sociales altas les permite ingresar en el sistema educativo con una ventaja frente a otros estudiantes con un capital cultural menor y aparecer ante los indicadores de medición de calidad, e incluso frente a los profesores mismos, como individuos con dotes especiales que no son otra cosa que un cúmulo de capital cultural devenida de los habitus sociales (de consumos culturales) del núcleo familiar en que se desarrolla.
Todo este fenómeno puede apreciarse de manera clara en los resultados de los exámenes para la medición de la calidad de educación a nivel nacional, tanto en educación media como superior, en donde los mejores resultados son obtenidos principalmente por instituciones del orden privado a las que más fácilmente tienen acceso personas de estratos socioeconómicos altos y medios, o en el caso contario, instituciones públicas que exigen exámenes de admisión interna.
Ahora bien, nos restaría mirar que tanto se adecúa esta teoría, ya no tanto al sistema educativo nacional, sino al caso particular de un colegio público perteneciente a una comuna en la que el 10.8% de los censados por hogar no cuentan con ningún tipo de escolaridad y el 29.9% cuentan solamente con la primaria incompleta[4]; lo que supone, de entrada un escaso capital cultural acumulado en general para todos los estudiantes del plantel.

EL MARCO LEGAL E INSTITUCIONAL DE LA EDUCACIÓN.

En este punto tendremos que hacer la separación entre los ámbitos nacional y municipal para poder estudiar el caso particular de Colegio San Agustín y la forma en la que éste refleja los elementos particulares del sistema educativo en general. En este apartado apuntaremos a discutir la hipótesis de que la autonomía relativa del sistema educativo que Bourdieu analiza para el caso francés es menos evidente en Colombia debido a la fuerte influencia de las políticas de gobierno en la educación de la población civil.

 ¿Nuevos enfoques gubernamentales del derecho a la educación en Colombia?

En el segundo capítulo del Plan decenal de educación 2010-2016 para Colombia se consideran una serie de garantías que el Estado considera como prioritarias para asegurar el cumplimiento del derecho a la educación con base en un principio de “más y mejor inversión en Educación”[5]. Dentro de los objetivos claves de este apartado se plantea la necesidad de asignación de una serie de recursos para “una educación gratuita con calidad y pertinencia para todos los colombianos”[6]; es claro que la pertinencia está determinada por unas políticas de Estado que orientan la formación académica de sus ciudadanos hacia ciertos sectores productivos con base en los requerimientos de la economía mundial y la división internacional del trabajo, que para el caso colombiano se ha dirigido durante la última década al desarrollo e implementación de una formación técnica, incluso en las instituciones de educación media (guardando las proporciones entre públicas y privadas), donde se establece el interés de los estudiantes hacia una posible educación continuada.
Por  otra parte, se reconoce también en este plan la necesidad de garantizar el acceso, cobertura y permanencia a fin de generar “equidad social en general”. Esta forma de plantear los intereses del sistema educativo se nos podría aparecer como un interés bastante marcado por parte del gobierno por dejar claras las posibilidades de mejorar las condiciones de vida a través de la educación (proceso de re-enclasamiento, llamaría Bourdieu). No obstante, el mismo autor nos deja claro que el campo educativo cuenta con una “autonomía relativa” que es propia de todos los campos y que en este caso, frente al gobierno (campo político), aquél tiende a reproducir unas estructuras internas que conservan muchas veces los mecanismos tradicionales de selección social (exámenes de conocimientos iguales para todos los estudiantes, independiente de su origen social o cultural, modalidades pedagógicas o planes curriculares generalizados, etc.).

Los objetivos de la educación en el plan de desarrollo municipal.

Como se anotaba anteriormente, las políticas de gobierno de los últimos años en Colombia se han enfocado bastante en cumplir el papel funcional que el mercado mundial le exige dentro de unas pautas propuestas, entre otras, por la concertación de los gobiernos locales con el PNUD. Para el caso de Manizales, con la elaboración del programa “Ciudadela del conocimiento y la innovación”, y el interés del gobierno actual de mejorar la competitividad nacional de la ciudad con base en el desarrollo de un mercado laboral cimentado en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación[7], lo que se hace evidente en la apertura de la ciudad a la dinámica de los “call-center” hace varios años.
En mucha concordancia con lo anterior, el apartado acerca de la proyección de la educación del plan de desarrollo municipal coloca dentro de sus prioridades la garantía de una educación pública acorde con las necesidades de los ciudadanos y estas necesidades acordes con los requerimientos del mercado (lo que para el caso de Manizales supone una formación técnica en las TIC.)[8].
Podemos ver que en este caso la educación pública[9] está orientada a formar mano de obra no calificada o semi-calificada en estos planteles donde normalmente se forman los hijos de las clases trabajadoras; de los cuales un porcentaje muy reducido accede a educación superior e incluso técnica[10], lo que supone una gran formación de mano de obra barata tanto para el trabajo informal como para el mercado laboral al que apunta el gobierno en términos de competitividad (el caso de los Call Center de nuevo).
Así, se sigue reafirmando la hipótesis arriba planteada, en la que la autonomía relativa del sistema educativo se ve coartada por las políticas de gobierno en consonancia con los intereses del mercado; a nivel interno, dicho sistema reproduce por su parte las estructuras clásicas de selección que, como se verá más adelante, toman unos matices un poco diferentes a los planteados por Bourdieu ahora que este trabajo se refiere al caso particular de un colegio público del sector popular.

Políticas educativas y gubernamentales en el colegio San Agustín.

Dentro de la normativa interna del Colegio Vocacional San Agustín están consagradas todas las políticas para el desarrollo tanto académico como social de la educación y las relaciones interpersonales al interior de la institución. Quedan consagradas, además, las pautas fundamentales y los lineamientos que articulan los intereses institucionales con las políticas educativas tanto del orden municipal como nacional. En este documento se hace explícita la función reproductora del sistema educativo con respecto a las pautas culturales así como a las políticas de gobierno y sus intereses frente al mercado:

A través del presente Pacto de Convivencia se pretende dar cumplimiento a los fines de la educación colombiana,  propiciar y administrar un ambiente escolar adecuado que favorezca la formación integral, la interiorización de las normas, los valores, y los conocimientos, con el fin de producir en los estudiantes los cambios de comportamiento que les permitan convivir pacíficamente en la sociedad”[11].

Por otra parte aparece la fundamentación de la aplicación práctica de la educación como Misión del plantel con respecto a las pautas nacionalmente y culturalmente establecidas:
“Brindar a los niños, niñas y jóvenes, con o sin necesidades educativas especiales, programas de educación formal ocupacional, atendiendo las diferencias individuales, con equidad, a través de  pedagogías activas-cognitivas-afectivas, en ambientes democráticos, integrándolos a  la comunidad para el logro de  sus metas de desarrollo   familiar,  social y laboral”[12].


Se habla en este punto de una educación que atienda a las necesidades individuales y que se articule con la comunidad y las metas laborales; aun así, difícilmente pueda brindarse una educación personalizada en una institución en las que las diferencias sociales están marcadas por la procedencia geográfica de los estudiantes dentro de la comuna (cada sector cuenta con características de convivencia y problemáticas sociales particulares a pesar de pertenecer a estratos socioeconómicos similares)[13]. Y, por otra parte, se hace difícil un proceso de re-enclasamiento acorde con las metas laborales dada la articulación que encuentra Bourdieu entre deseos subjetivos (de ascenso laboral y social) y oportunidades objetivas (asociadas casi exclusivamente con el mercado laboral ofrecido por la ciudad, y del que ya se hizo mención).

La elección de los no-elegidos. Dinámicas internas del sistema educativo en el Colegio (Conclusiones).

La desarticulación que se encontraba arriba en la autonomía relativa del sistema educativo frente al campo político aparece evidente en términos de estructura y forma, es decir, en términos de la legislación y las políticas institucionales que van desde el gobierno central, el Ministerio de educación, hasta los planes de desarrollo municipales y los documentos normativos internos de las instituciones educativas. Sin embargo, al interior del plantel, y en las relaciones de salón la dinámica varía en torno los procesos de selección y reproducción de las estructuras tradicionalmente constituidas; entre ellas lo que Bourdieu denomina la “teoría del don”.
De acuerdo con algunas indagaciones realizadas en el colegio, es recurrente que la atención de las clases y los profesores giren en torno a los “estudiantes destacados”: estudiantes que muestran interés y desempeño superior a la media de los demás estudiantes y que sobresalen en algunas materias asociadas con la literatura y las matemáticas y se colocan como “ejemplos a seguir” frente a la clase en general.
Estos datos coinciden además con que aquellos estudiantes destacados son generalmente hijos de familias que, si bien no son de una estratificación social mucho mayor que las demás, si pertenecen a familias en las que uno o varios de los miembros del núcleo familiar o cercano han realizado estudios superiores y les recuerdan “la necesidad de estudiar para salir adelante”. En otras palabras, hay un capital cultural acumulado en la familia, que se hereda a estos hijos y que aparecen dentro del colegio como dotes especiales frente a los profesores y demás compañeros.
Hay otros elementos que tiende a romper con estas características de reproducción del sistema educativo dentro del salón de clase. En este caso algunos profesores comentan de manera reiterada a sus estudiantes acerca de casos particulares de estudiantes graduados que han conseguido ingresar a la educación superior y han tenido una posibilidad de ascender en la escala social. Esto se convierte en un incentivo para algunos que ven en la educación esta respuesta (es especial el caso de jóvenes que trabajan en el horario alterno al de clases y que consideran esta posibilidad para “conseguir un mejor trabajo”).
Vemos finalmente que la relación entre necesidades subjetivas y oportunidades objetivas se rompe en algunos casos por las mismas condiciones de vida de algunos estudiantes que ven en la educación una oportunidad (y quizás la única) de ascenso social. Sin embargo, estos casos particulares son escasos dado que las formas estructurales del sistema educativo a nivel nacional (marco legal e institucional), como se ha visto, orienta sus productos hacia las lógicas del mercado y, por tanto, hacia unas formas de selección particulares que ubican a la mayoría de los estudiantes tanto del Colegio San Agustín, como de muchos otros locales y nacionales, en un mercado laboral con escasas posibilidades de re-enclasamiento y superación de las condiciones de vida asociadas con los sectores populares de ciudades como Manizales.




[1] BOURDIEU, Pierre. La distinción. Criterios y bases sociales del gusto. Taurus Edit. Madrid, 2002. P. 127ss
[2] BOURDIEU, Pierre & PASSERON, Jean-Claude. Los Herederos: Los Estudiantes y la Cultura. Siglo XXI Edit. Buenos Aires, 2003
[3] Véanse los parámetros para medición de calidad del ICFES con respecto a lo exámenes ECAES en la educación superior.
[4] Universidad Autónoma de Manizales. Estudio socioeconómico Comuna San José y su entorno próximo. Alcaldía de Manizales, 2008.  P.61
[5] Ministerio de Educación Nacional. Plan decenal de educación 2010-2016. www.plandecenal.edu.com
[6] Mineducación. Ibíd. P 33
[7] Alcaldía de Manizales. Plan de desarrollo del municipio de Manizales para el periodo 2008-2011. Manizales, 2008
[8] “B. Fortalecer las competencias laborales y la formación técnica y tecnológica”. Alcaldía de Manizales, Ibíd. P 6
[9] El Plan de desarrollo hace énfasis en la educación pública debido a una autonomía relativa que sí se hace más evidente y se reglamenta en el sector privado donde se forman fundamentalmente los hijos de las élites políticas y económicas de la ciudad y de donde se obtienen anualmente los mejores resultados de medición de la calidad de la educación. Véase los resultados anuales del ICFES para Manizales.
[10] Para el caso de la Comuna San José, donde encuentra ubicado el Colegio San Agustín los casos de formación en educación técnica y superior son de 2.5% y 1.4% respectivamente.
Universidad Autónoma. Op. Cit, p 59
[11] Colegio Vocacional San Agustín. Manual de convivencia. Manizales, 2008. P 4
[12] Colegio Vocacional San Agustín. Proyecto Educativo Institucional, 2008. P 18
[13] Ver Universidad Autónoma. Op Cit.
[*] En coautoría con Santiago Peláez Botero.