Tal vez parezca muy
sugestivo colocar en el título de este trabajo una inversión de la frase con
que Pierre Bourdieu denota el primer capítulo de su libro los Herederos. Los estudiantes y la cultura, “La elección de los
elegidos”; sin embargo, el propósito del presente trabajo está enfocado en
indagar la forma en que esos procesos de selección (ocultos a veces, otras
tantas explícitos), mediante los cuales las dinámicas del sistema educativo
excluyen en su desarrollo a los estudiantes con menor capital cultural
heredado, se hacen presentes incluso en instituciones educativas identificadas
por brindarle la formación escolar básica a un grupo social que no se
caracteriza por contar con un gran cúmulo de dicho capital a saber: los
estudiantes de sectores populares, para este caso, del Colegio Vocacional San
Agustín en el Barrio Colón.
En estos términos, la
hipótesis que se maneja aquí se resume en que la elección que realiza el
sistema educativo dentro de este plantel no es la de unos estudiantes
“elegidos” por su capital cultural para permanecer en el sistema o trascender
en la escala social sino que, por el contrario, dicha elección conlleva a lo
sumo a la culminación de los estudios de básica secundaria y solamente en casos
excepcionales al ingreso a un instituto técnico de educación continuada, lo que
hace aun más difícil las posibilidades de ascenso en la escala social
(enclasamiento, re-enclasamiento)[1].
Veremos entonces las
posibilidades de análisis que para este caso brinda la teoría de Bourdieu a un
caso particular de la sociedad colombiana; posteriormente el marco legal sobre
el cual descansa la dinámica del sistema educativo colombiano desde el Plan
decenal de educación, pasando por el Plan de desarrollo de Manizales y su
apartado acerca de las condiciones y objetivos de la educación, hasta las
políticas internas del colegio mencionado; finalmente, se presentan los
resultados de una pequeña indagación de campo realizada durante el semestre a
la luz de la teoría del sociólogo francés.
LA
TEORÍA DE LA REPRODUCCIÓN SOCIAL VISTA EN EL CONTEXTO COLOMBIANO.
Cuando Bourdieu habla de los
procesos de selección que lleva a cabo el sistema educativo frente a los
estudiantes, devela precisamente una lógica interna que no había sido analizada
aun por las ciencias sociales y en la que, de manera aparencial, la educación
moderna contaba con uno de los mecanismo más democráticos de este tipo de
instituciones [modernas]. A simple vista, la educación democratizada permite (y
exige) la vinculación y cobertura de toda la población en edad de ser
escolarizado, así como también la educación continuada para ciudadanos mayores
que no terminaron dicho ciclo; como en el caso colombiano con las políticas de educación continuada para adultos.
Por otra parte, si bien las
políticas de inserción y cobertura escolar parecieran brindar todas las posibilidades
para que los individuos gocen de los beneficios del sistema educativo, los
amplios problemas de deserción escolar y de permanencia y repitencia en
Colombia solo han sido explicados tradicionalmente sobre la base de los
análisis económicos de pobreza y altos costos para el acceso a la educación.
Además de esto, las modalidades de éxito y
fracaso escolar en las posibilidades
de acceso a la educación superior han sido entendidas –según Bourdieu- en
términos de una Teoría del don[2]
que reconoce en los estudiantes “adelantados” con respecto a sus compañeros una
inteligencia o unas capacidades intelectuales superiores, y es con base en esas
dotes intelectuales superiores que se establecen los parámetros para la
medición de los estándares de calidad en la educación a nivel general[3].
Bourdieu encuentra a este
respecto que esa falsa “teoría del don” oculta los parámetros que tienden a reproducir unas estructuras sociales por
diferencias de clases (aunque no en el sentido estrictamente marxista del
concepto). Estas estructuras sociales se basan efectivamente en la tenencia de
un capital y la forma en que este se hereda a las nuevas generaciones a través
de la familia. No obstante Bourdieu, para efectos de su estudio elabora el
concepto de capital cultural para
referirse a la forma en que las prácticas tradicionalmente constituidas en el
orden familiar se reproducen (heredan) a los hijos por medio de los primeros
procesos de socialización.
De esta forma es que el
autor comprende de qué manera el capital cultural heredado por los hijos de las
capas sociales altas les permite ingresar en el sistema educativo con una
ventaja frente a otros estudiantes con un capital cultural menor y aparecer
ante los indicadores de medición de calidad, e incluso frente a los profesores
mismos, como individuos con dotes especiales que no son otra cosa que un cúmulo
de capital cultural devenida de los habitus sociales (de consumos culturales)
del núcleo familiar en que se desarrolla.
Todo este fenómeno puede
apreciarse de manera clara en los resultados de los exámenes para la medición
de la calidad de educación a nivel nacional, tanto en educación media como
superior, en donde los mejores resultados son obtenidos principalmente por
instituciones del orden privado a las que más fácilmente tienen acceso personas
de estratos socioeconómicos altos y medios, o en el caso contario,
instituciones públicas que exigen exámenes de admisión interna.
Ahora bien, nos restaría
mirar que tanto se adecúa esta teoría, ya no tanto al sistema educativo
nacional, sino al caso particular de un colegio público perteneciente a una
comuna en la que el 10.8% de los censados por hogar no cuentan con ningún tipo
de escolaridad y el 29.9% cuentan solamente con la primaria incompleta[4]; lo que supone, de entrada
un escaso capital cultural acumulado en general para todos los estudiantes del
plantel.
EL
MARCO LEGAL E INSTITUCIONAL DE LA EDUCACIÓN.
En este punto tendremos que
hacer la separación entre los ámbitos nacional y municipal para poder estudiar
el caso particular de Colegio San Agustín y la forma en la que éste refleja los
elementos particulares del sistema educativo en general. En este apartado
apuntaremos a discutir la hipótesis de que la autonomía relativa del sistema
educativo que Bourdieu analiza para el caso francés es menos evidente en
Colombia debido a la fuerte influencia de las políticas de gobierno en la
educación de la población civil.
¿Nuevos
enfoques gubernamentales del derecho a la educación en Colombia?
En el segundo capítulo del
Plan decenal de educación 2010-2016 para Colombia se consideran una serie de
garantías que el Estado considera como prioritarias para asegurar el
cumplimiento del derecho a la educación con base en un principio de “más y
mejor inversión en Educación”[5]. Dentro de los objetivos
claves de este apartado se plantea la necesidad de asignación de una serie de
recursos para “una educación gratuita con calidad y pertinencia para todos los
colombianos”[6];
es claro que la pertinencia está
determinada por unas políticas de Estado que orientan la formación académica de
sus ciudadanos hacia ciertos sectores productivos con base en los
requerimientos de la economía mundial y la división internacional del trabajo,
que para el caso colombiano se ha dirigido durante la última década al
desarrollo e implementación de una formación técnica, incluso en las
instituciones de educación media (guardando las proporciones entre públicas y
privadas), donde se establece el interés de los estudiantes hacia una posible
educación continuada.
Por otra parte, se reconoce también en este plan
la necesidad de garantizar el acceso, cobertura y permanencia a fin de generar
“equidad social en general”. Esta forma de plantear los intereses del sistema
educativo se nos podría aparecer como un interés bastante marcado por parte del
gobierno por dejar claras las posibilidades de mejorar las condiciones de vida
a través de la educación (proceso de re-enclasamiento, llamaría Bourdieu). No
obstante, el mismo autor nos deja claro que el campo educativo cuenta con una
“autonomía relativa” que es propia de todos los campos y que en este caso, frente al gobierno (campo político),
aquél tiende a reproducir unas estructuras internas que conservan muchas veces
los mecanismos tradicionales de selección social (exámenes de conocimientos
iguales para todos los estudiantes, independiente de su origen social o
cultural, modalidades pedagógicas o planes curriculares generalizados, etc.).
Los
objetivos de la educación en el plan de desarrollo municipal.
Como se anotaba
anteriormente, las políticas de gobierno de los últimos años en Colombia se han
enfocado bastante en cumplir el papel funcional que el mercado mundial le exige
dentro de unas pautas propuestas, entre otras, por la concertación de los
gobiernos locales con el PNUD. Para el caso de Manizales, con la elaboración
del programa “Ciudadela del conocimiento y la innovación”, y el interés del
gobierno actual de mejorar la competitividad nacional de la ciudad con base en
el desarrollo de un mercado laboral cimentado en las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación[7], lo que se hace evidente
en la apertura de la ciudad a la dinámica de los “call-center” hace varios
años.
En mucha concordancia con lo
anterior, el apartado acerca de la proyección de la educación del plan de
desarrollo municipal coloca dentro de sus prioridades la garantía de una
educación pública acorde con las
necesidades de los ciudadanos y estas necesidades acordes con los
requerimientos del mercado (lo que para el caso de Manizales supone una
formación técnica en las TIC.)[8].
Podemos ver que en este caso
la educación pública[9] está orientada a formar
mano de obra no calificada o semi-calificada en estos planteles donde
normalmente se forman los hijos de las clases trabajadoras; de los cuales un
porcentaje muy reducido accede a educación superior e incluso técnica[10], lo que supone una gran
formación de mano de obra barata tanto para el trabajo informal como para el
mercado laboral al que apunta el gobierno en términos de competitividad (el
caso de los Call Center de nuevo).
Así, se sigue reafirmando la
hipótesis arriba planteada, en la que la autonomía relativa del sistema
educativo se ve coartada por las políticas de gobierno en consonancia con los
intereses del mercado; a nivel interno, dicho sistema reproduce por su parte
las estructuras clásicas de selección que, como se verá más adelante, toman
unos matices un poco diferentes a los planteados por Bourdieu ahora que este
trabajo se refiere al caso particular de un colegio público del sector popular.
Políticas
educativas y gubernamentales en el colegio San Agustín.
Dentro de la normativa
interna del Colegio Vocacional San Agustín están consagradas todas las
políticas para el desarrollo tanto académico como social de la educación y las
relaciones interpersonales al interior de la institución. Quedan consagradas,
además, las pautas fundamentales y los lineamientos que articulan los intereses
institucionales con las políticas educativas tanto del orden municipal como nacional.
En este documento se hace explícita la función reproductora del sistema
educativo con respecto a las pautas culturales así como a las políticas de
gobierno y sus intereses frente al mercado:
“A través del presente Pacto de Convivencia se
pretende dar cumplimiento a los fines de la educación colombiana, propiciar y administrar un ambiente escolar
adecuado que favorezca la formación integral, la interiorización de las normas,
los valores, y los conocimientos, con el fin de producir en los estudiantes los
cambios de comportamiento que les permitan convivir pacíficamente en la sociedad”[11].
Por otra parte aparece la
fundamentación de la aplicación práctica de la educación como Misión del plantel con respecto a las
pautas nacionalmente y culturalmente establecidas:
“Brindar a los niños, niñas y jóvenes, con o sin necesidades educativas
especiales, programas de educación formal ocupacional, atendiendo las
diferencias individuales, con equidad, a través de pedagogías activas-cognitivas-afectivas, en
ambientes democráticos, integrándolos a
la comunidad para el logro de sus
metas de desarrollo familiar, social y laboral”[12].
Se habla en este punto de
una educación que atienda a las necesidades individuales y que se articule con
la comunidad y las metas laborales; aun así, difícilmente pueda brindarse una
educación personalizada en una institución en las que las diferencias sociales
están marcadas por la procedencia geográfica de los estudiantes dentro de la
comuna (cada sector cuenta con características de convivencia y problemáticas
sociales particulares a pesar de pertenecer a estratos socioeconómicos
similares)[13].
Y, por otra parte, se hace difícil un proceso de re-enclasamiento acorde con
las metas laborales dada la articulación que encuentra Bourdieu entre deseos subjetivos (de ascenso laboral y
social) y oportunidades objetivas
(asociadas casi exclusivamente con el mercado laboral ofrecido por la ciudad, y
del que ya se hizo mención).
La
elección de los no-elegidos. Dinámicas internas del sistema educativo en el
Colegio (Conclusiones).
La desarticulación que se
encontraba arriba en la autonomía relativa del sistema educativo frente al
campo político aparece evidente en términos de estructura y forma, es decir, en
términos de la legislación y las políticas institucionales que van desde el
gobierno central, el Ministerio de educación, hasta los planes de desarrollo
municipales y los documentos normativos internos de las instituciones
educativas. Sin embargo, al interior del plantel, y en las relaciones de salón
la dinámica varía en torno los procesos de selección y reproducción de las
estructuras tradicionalmente constituidas; entre ellas lo que Bourdieu denomina
la “teoría del don”.
De acuerdo con algunas
indagaciones realizadas en el colegio, es recurrente que la atención de las
clases y los profesores giren en torno a los “estudiantes destacados”:
estudiantes que muestran interés y desempeño superior a la media de los demás
estudiantes y que sobresalen en algunas materias asociadas con la literatura y
las matemáticas y se colocan como “ejemplos a seguir” frente a la clase en
general.
Estos datos coinciden además
con que aquellos estudiantes destacados son generalmente hijos de familias que,
si bien no son de una estratificación social mucho mayor que las demás, si
pertenecen a familias en las que uno o varios de los miembros del núcleo
familiar o cercano han realizado estudios superiores y les recuerdan “la
necesidad de estudiar para salir adelante”. En otras palabras, hay un capital
cultural acumulado en la familia, que se hereda a estos hijos y que aparecen
dentro del colegio como dotes especiales frente a los profesores y demás
compañeros.
Hay otros elementos que tiende
a romper con estas características de reproducción del sistema educativo dentro
del salón de clase. En este caso algunos profesores comentan de manera
reiterada a sus estudiantes acerca de casos particulares de estudiantes
graduados que han conseguido ingresar a la educación superior y han tenido una
posibilidad de ascender en la escala social. Esto se convierte en un incentivo
para algunos que ven en la educación esta respuesta (es especial el caso de
jóvenes que trabajan en el horario alterno al de clases y que consideran esta
posibilidad para “conseguir un mejor trabajo”).
Vemos finalmente que la
relación entre necesidades subjetivas y oportunidades objetivas se rompe en
algunos casos por las mismas condiciones de vida de algunos estudiantes que ven
en la educación una oportunidad (y quizás la única) de ascenso social. Sin
embargo, estos casos particulares son escasos dado que las formas estructurales
del sistema educativo a nivel nacional (marco legal e institucional), como se
ha visto, orienta sus productos hacia las lógicas del mercado y, por tanto,
hacia unas formas de selección particulares que ubican a la mayoría de los
estudiantes tanto del Colegio San Agustín, como de muchos otros locales y
nacionales, en un mercado laboral con escasas posibilidades de re-enclasamiento
y superación de las condiciones de vida asociadas con los sectores populares de
ciudades como Manizales.
[1] BOURDIEU, Pierre. La distinción. Criterios y bases sociales
del gusto. Taurus Edit. Madrid, 2002. P. 127ss
[2]
BOURDIEU, Pierre &
PASSERON, Jean-Claude. Los Herederos: Los
Estudiantes y la Cultura. Siglo XXI Edit. Buenos Aires, 2003
[3] Véanse los parámetros para
medición de calidad del ICFES con respecto a lo exámenes ECAES en la educación
superior.
[4]
Universidad Autónoma de Manizales. Estudio socioeconómico Comuna San José y su
entorno próximo. Alcaldía de Manizales, 2008.
P.61
[5] Ministerio
de Educación Nacional. Plan decenal de educación 2010-2016.
www.plandecenal.edu.com
[6]
Mineducación. Ibíd. P 33
[7] Alcaldía
de Manizales. Plan de desarrollo del municipio de Manizales para el periodo
2008-2011. Manizales, 2008
[8] “B.
Fortalecer las competencias laborales y la formación técnica y tecnológica”.
Alcaldía de Manizales, Ibíd. P 6
[9]
El Plan de desarrollo hace énfasis en la educación pública debido a una
autonomía relativa que sí se hace más evidente y se reglamenta en el sector
privado donde se forman fundamentalmente los hijos de las élites políticas y
económicas de la ciudad y de donde se obtienen anualmente los mejores
resultados de medición de la calidad de la educación. Véase los resultados
anuales del ICFES para Manizales.
[10]
Para el caso de la Comuna San José, donde encuentra ubicado el Colegio San
Agustín los casos de formación en educación técnica y superior son de 2.5% y
1.4% respectivamente.
Universidad Autónoma. Op.
Cit, p 59
[11] Colegio
Vocacional San Agustín. Manual de convivencia. Manizales, 2008. P 4
[12] Colegio
Vocacional San Agustín. Proyecto Educativo Institucional, 2008. P 18
[13] Ver
Universidad Autónoma. Op Cit.
[*] En coautoría con Santiago Peláez Botero.
[*] En coautoría con Santiago Peláez Botero.