sábado, 1 de noviembre de 2008

Tecnologías de la información y las comunicaciones. Nuevas prácticas educativas en la sociedad del conocimiento: Entornos virtuales y pedagogía.

En un mundo donde los jóvenes viven pendientes del Facebook y del Twitter, como así también de otras redes sociales, que a diario se crean en Internet, con formatos cada vez más cautivantes y que integran fuertemente la dimensión lúdica y atraen también por propiciar experiencias de realidad aumentada, la educación formal no debe ya quedar ajena a esta realidad y causa una seria preocupación el observar que, especialmente en la Educación Escolar Básica y la del Nivel Medio, se siguen desarrollando clases sin hacer uso de las TIC, quedando las políticas oficiales referidas a las mismas en un hermoso ideal, al que le falta fuerza para arraigarse en la práctica docente.
(Isabella Tilch).


Introducción.
Hablar de Tecnologías de la información y las comunicaciones es hablar necesariamente de un proceso revolucionario en el plano de la ciencia y de la técnica sin iguales en la historia humana. Algunos autores ha decidido asociar este fenómeno histórico con una tercera revolución industrial (aunque de características diferentes a las anteriores) de la que el Hombre ha logrado extraer elementos tanto negativos como positivos, pero que –sin lugar a dudas- será uno de los momentos que futuras generaciones estudiarán con mayor interés, dadas sus cualidades, problemáticas y perspectivas.
Las TIC son claramente una herencia positiva de lo que fue una de las épocas más oscuras de la historia humana, a saber: las décadas en las que el mundo moderno entró en lo que algún historiador denominó el momento de la “guerra total”; casi medio siglo en el que se perdieron cientos de millones de vidas humanas y del que pocas cosas pueden extraerse como positivas.
No obstante, la pretensión de las páginas que siguen no es la de estudiar las TIC como un fenómeno aislado, ni mucho menos sus implicaciones puramente científicas para el momento actual que vivimos.
Lo que realmente nos interesa ahora es analizar el papel que juegan en el mundo contemporáneo las Tecnologías de la información y las comunicaciones en el marco preciso del desarrollo de nuevas formas, mecanismos o herramientas de aprendizaje, sus implicaciones prácticas y metodológicas, así como los alcances que evidencian algunos autores contemporáneos para su establecimiento como nueva puerta a la socialización y formación de las generaciones venideras, y las nacidas en las últimas décadas dentro del marco temporal que ha solido denominarse “generación internet” o “generación 2.0”.

En las siguientes páginas analizaremos entonces el surgimiento de las TIC asociadas directamente a problemas de enseñanza en el último siglo con el objetivo de colocar en contexto dicha problemática y orientarla hacia los fines teóricos de este trabajo.
En segundo lugar exploramos algunos problemas de las prácticas educativas en las sociedades contemporáneas y los principales aportes de los modelos pedagógicos más debatidos en la academia, esto a fin de orientar el problema de la enseñanza como tal hacia el sentido práctico de la relación entre TIC y educación en la práctica educativa actual.
En el tercer apartado nos detendremos sobre los usos actuales de las TIC en la educación y sus principales fines en el problema de la formación (educación). Finalmente estudiaremos los principales problemas y alcances de los entornos virtuales de aprendizaje en cuanto problema más destacado de la relación entre TIC y educación ya señalada.
De todo esto podremos extraer algunas conclusiones que nos den una perspectiva global sobre el problema analizado y algunas herramientas conceptuales y metodológicas para trabajar el problema en términos prácticos o para casos particulares.

1  Las tecnologías de la información y las comunicaciones. Aproximaciones para una contextualización histórica.

Para efectos del presente documento sólo será necesario remontarnos a la historia de las TIC en los aspectos que se consideran aquí más relevantes para la comprensión del fenómeno novedoso que se presenta en las sociedades contemporáneas, donde dichas tecnologías están cada vez más vinculadas con el sistema educativo como medio y espacio de acción para la aplicación del aprendizaje como concepto.
Empezaremos entonces por definir, de acuerdo con los alcances previstos de este trabajo, las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) como el conjunto de herramientas tecnológicas que garantizan la generación, procesamiento, almacenamiento  y circulación de datos en formatos de imagen, audio, video, entre otros, a través de medios electrónicos. Queda claro que este tipo de herramientas sólo han sido posibles con el desarrollo de la sociedad industrial   avanzada a lo largo del siglo XX con el perfeccionamiento -gracias a los avances de la ciencia y la técnica- de los medios de comunicación y transporte conocidos hasta entonces.

Si bien el nacimiento de las TIC está asociado con todo el fenómeno del auge informático desarrollado en la década del 60 en Silicon Valley como consecuencia del 'boom' tecnológico en la época de la post-guerra, no nos concentraremos aquí en el surgimiento de Internet y su popularización, sino de manera más limitada en los hitos que marcaron el rumbo del proceso de articulación que queremos explorar, relacionado con la aplicación de nuevas tecnologías al campo educativo[1].

Presentamos a continuación una línea del tiempo que coloque en contexto el desarrollo histórico que queremos tratar:
- El principal evento asociado con este tema histórico se remonta al año 1958 con la creación del primer programa para la enseñanza  de la aritmética a través de un ordenador de la marca IBM.  
- Para el año 1960 se implementaron más de veinte centros de enseñanza con ordenadores con el principal problemas de los altos costos para su implementación debido a lo incipiente de los PC.
- En 1963 aparece un programa destinado al aprendizaje de las matemáticas y la lectura a la par con el primer lenguaje de programación informática como nuevo enfoque para la aplicación del ordenador en la educación.
- A mediados de la década de los 60 se logran conectar dos computadoras en diferentes estados norteamericanos a través de un incipiente sistema de telecomunicaciones para intercambiar datos entre instituciones científicas, algo que daría pie a la red ARPANET (estructura originaria de Internet).
- Llegando a los años 1969-1970, mientras en la Universidad de California se inauguró el primer centro de tecnologías pata la educación asistida por medio de ordenadores,  en Europa se presentaron los primeros proyectos para vincular los sistemas informáticos en la enseñanza secundaria.
- En el Reino unido se empieza a implementar el proyecto NDPCAL con el objetivo de utilizar los ordenadores en la educación para fomentar prácticas de exploración, aprendizaje y experimentación a través de sistemas interactivos con programas para simular sistemas complejos.
- El año 1977 se presenta como el hito de presentación del computador personal (PC) con las características físicas adecuadas para que pudiera utilizarse en espacios ajenos a la academia como los sitios de trabajo, el hogar, etc.
- En 1980 los científicos y pedagogos Seymour Papert y Marvin Minsky presentan las primeras reflexiones contundentes sobre el uso de ordenadores en la educación, donde explican que los niños pueden no sólo aprender a utilizar los computadores pese a su complejidad, sino que además este proceso de aprendizaje puede garantizar las herramientas para la aprehensión de otros tipos de conocimiento[2].

Pese a la forma reduccionista en que se ha presentado esta línea de tiempo, la idea central y la relevancia de este punto es destacar los hitos en los que, durante la segunda mitad del siglo XX, se fueron perfeccionando las apenas incipientes tecnologías de la información y las comunicaciones.
Dichas tecnologías fueron llevándose al plano de la educación desde elementos pedagógicos para la utilización de dichas tecnologías en su origen hasta entenderlas como medios para un fin más alto que sería la adquisición de nuevas formas de conocimiento en una sociedad que empezaba a volcarse en todas las esferas de la vida (economía, política, cultura general) hacia el mundo de la informática cuyas puertas abrió la creación y desarrollo del computador personal y posteriormente, Internet.

2    Prácticas educativas. Perspectivas sobre algunas teorías y modelos pedagógicos contemporáneos.
Además del papel que cumplen las instituciones escolares en el proceso de capacitar al individuo para ingresar “funcionalmente” (podría decirse) en la vida social, la educación coloca al individuo en condiciones de preservar y enriquecer las prácticas culturales y sociales; pero también posibilita el desarrollo de los mecanismos de evolución e integración social como la economía, la política, etc.,
Es claro que una de las funciones del sistema educativo consiste en reproducir las prácticas culturales tanto locales como globales; sin embargo, dentro de este  mismo proceso de formación se van gestando prácticas sociales y culturales nuevas que producen y re-producen –a su vez- el sistema social y cultural en general.
De acuerdo con esta premisa, el papel del estudiante en el proceso formativo está relacionado no solo con el aprendizaje y la recepción de conocimientos, sino además con el de jugar un papel activo, retribuyendo a través del diálogo de saberes en la medida en que la convivencia también haga parte de dicho proceso. No obstante, la formación integral debe llevarse a cabo a través de un método pedagógico adecuado que articule ambos procesos.
Podría afirmarse con esto que el estudiante es el centro de cualquier proceso formativo, aunque, no sobra decir que sólo en parte, ya que el docente mismo es parte fundamental de la acción pedagógica en la que, en tanto agente activo dentro de la relación,  se forma a la vez que contribuye al acto formativo del estudiante.
Sobre la base de este argumento, esbozaremos a continuación algunos de los modelos pedagógicos más debatidos en los espacios académicos contemporáneos con el fin de establecer un marco de referencia para el análisis posterior de las nuevas características de la educación en el contexto de la sociedad del conocimiento y las TIC.

Fundamentos para la comprensión del aprendizaje. Aproximación a algunos modelos pedagógicos.
El aprendizaje ha solido entenderse, dentro de los múltiples desarrollos teóricos de disciplinas humanas y sociales como la sociología, la antropología, la psicología o la filosofía, bajo diferentes perspectivas que van desde entenderlo únicamente como un proceso a través del cual el individuo conoce su entorno, hasta pasar por aquellos enfoques que pretenden medirlo básicamente en sus resultados, es decir, en la forma en que se pueden medir y/o evaluar los conocimientos una vez culminado un proceso correspondiente al punto ya mencionado.
Sin embargo, algunas teorías contemporáneas entienden el aprendizaje propiamente dicho desde la perspectiva del entorno, las circunstancias y las situaciones en que se desarrolla; en otras palabras, del contexto espacio-temporal, social y cultural dentro del cual se lleva a cabo, y esta es tal vez la perspectiva más aceptada hasta el momento dentro de los círculos académicos, aun con los matices que le imprime cada corriente teórica.
No obstante todo lo anterior, es parte del consenso respecto de este objeto de estudio, que el aprendizaje por ser un fenómeno que se desarrolla tanto a escala interna como externa en el individuo, y a escala micro y macro en la sociedad, debe entenderse bajo una mirada que conjugue todos los elementos mencionados[3]. De esto podemos derivar las diferentes corrientes exploradas en las teorías modernas sobre los procesos básicos de aprendizaje:

a    Cognición. En primer lugar, hablar de la cognición es hablar de un proceso humano que necesita ser comprendido desde una mirada multidisciplinar como la lingüística, la antropología o la psicología dada la necesidad de aproximarse al desarrollo mismo de la relación del ser humano con el mundo físico y social.

De esta forma, la psicología cognitiva permite ver dicho proceso como un paso por etapas diversas desde la primera infancia hasta la madurez por un camino que lleva a la comprensión experta, por parte del hombre, de todo lo que lo rodea: Desde el recién nacido, que tiene con el entorno una relación puramente receptiva, pasando por el niño que empieza a comprender los procesos lógicos a través de los cuales se ordena la realidad, hasta el conocimiento comprensivo y deductivo basado en normas tácitas de comportamiento con base en conocimientos aprehendidos previamente.


    Comprensión. La comprensión se asume actualmente como un aspecto dinámico del comportamiento humano que, incluso dentro de algunas disciplinas como la lingüística, puede hacernos ver la realidad como una construcción del hombre, en otras palabras, permitirnos comprender que la realidad es la que conocemos solamente porque es a través del lenguaje que podemos formarnos una idea lógica y ordenada de ella; fuera de esto, no habría más que caos indescifrable.


En este orden de ideas, la pedagogía se establece dentro de las humanidades como una disciplina que permite al hombre mismo descubrir nuevas herramientas para aproximarse a la comprensión del entorno físico y social sobre la base del conocimiento intersubjetivo, es decir, compartido; para este caso, por medio de la relación entre el estudiante y el maestro.


c    Teoría del aprendizaje. Las teorías del aprendizaje, a pesar de estar inmersas dentro del amplio campo de las ciencias sociales y las humanidades, únicamente se asocian con las diferentes teorías desarrolladas por la psicología, lo que supone problemas bastante amplios al no tomar en consideración profunda algunas disciplinas nombradas más arriba.


    Aprender a aprender. En un mundo en el que cada momento muestra lo vertiginosos de los avances en la comprensión del mundo por parte del hombre (ciencia, tecnología, etc.), la educación tradicional que colocaba al maestro por encima del estudiante y en una relación unilateral (jerarquizada) de conocimientos ha quedado hoy relegada no solo a un segundo plano, sino definitivamente.

Aprender a aprender es el nuevo método que coloca al docente en el papel de guía para el estudiante en un mundo que éste debe conocer por su propia cuenta en vista de la diversidad de enfoques, de nuevas tecnologías de la información y de un conocimiento que es cada vez más universal y de fácil acceso. Es el método de las relaciones afectivas y de pares en las que el estudiante se sienta en confianza con quien ahora es su guía y no aquel que “lo sabe todo”.


e    Aprendizaje por procesos. El aprendizaje por proceso corresponde a otra de las muchas teorías acerca de aprendizaje, fundamentalmente basada en la psicología cognitiva, en este caso analizada desde Jean Piaget (autor que se ha convertido en referencia central para las teorías pedagógicas contemporáneas).

Este tipo de aprendizaje nos dice que el conocimiento es un elemento dinámico que no puede verse con un fin específico, es decir, que no tiene una culminación. El aprendizaje pasa por diversas etapas en las que el hombre puede adquirir conocimientos nuevos sobre el mundo o simplemente transformarlos (modificarlos) de acuerdo con nuevos elementos agregados al saber primigenio.

Sobre este la base de concepto podría entenderse el desarrollo mismo de la ciencia en la historia de la humanidad: un conocimiento que se adquiere, se asume como verdadero y se modifica con base en nuevos descubrimientos, de esta forma procede también el aprendizaje desde la infancia hasta el fin mismo de la vida de un hombre particular.


f.     Aprendizaje basado en problemas. El procedimiento ensayo-error ha sido una de las prácticas más recurrentes a través de la historia en el proceso de conocimiento que el hombre tiene del mundo, pero especialmente de lo que se denomina conocimiento científico. Bajo este método, el aprendizaje humano se ha basado en el surgimiento de problemas, su posible (luego, efectiva) resolución y finalmente el conocimiento que de allí surge.

En esta lógica, el aprendizaje basado en problemas se presenta como una novedosa estrategia pedagógica que le brinda la posibilidad al estudiante de explorar sus propias capacidades resolutivas por medio de la guía del maestro, dándole pautas a seguir para resolver los problemas o simplemente dejando este a su plena capacidad con base en el saber adquirido previamente[4].

Los enfoques reunidos hasta este punto centran su atención en algunos de los debates más destacados en algunas disciplinas humanas sobre factores claves en el proceso de socialización o educación dentro del plano formal (enseñanza como institucionalidad).
Naturalmente no son los únicos enfoques que puedan explorarse en este campo, aunque si algunos de los conceptos más debatidos en la carrera que lleva la práctica pedagógica por construir modelos que responden a las necesidades apremiantes de una sociedad basada en la complejidad y de la cual derivan argumentos para la comprensión de problemas como los que estudiaremos con algún detenimiento a continuación.

3    El papel de las TIC en el marco de una educación para la sociedad del conocimiento.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta la educación del siglo XXI está relacionado con la forma de adecuar los métodos tradicionales de enseñanza a las nuevas dinámicas del mundo contemporáneo que se enmarca en el concepto de “sociedad del conocimiento”. El conocimiento es tal vez el principal motor de las sociedades contemporáneas y el bien de intercambio más valorado.
Si bien la educación ya ha sido entendida desde hace siglos como el subsistema social a través del cual se producen y reproducen las prácticas sociales y culturales, y a través del cual se materializan ideas como las de progreso, desarrollo o competitividad (factores todos que garantizan la inserción de una nación en el escenario político-económico global), es sólo durante las últimas décadas que este tema se ha volcado en las discusiones más profundas de las naciones desarrolladas con el objetivo de articular los vertiginosos avances en la ciencia y la tecnología después de la segunda mitad del siglo XX con las necesidades de una sociedad cada vez más abierta a la dinámica globalizadora.
 Una de las características principales del mundo contemporáneo es la proliferación de información de todo tipo que circula libremente a través de medios como el internet. La democratización de la información puede entenderse como un gran avance en el carácter público del conocimiento universal producido por el hombre. Sin embargo, información no puede equipararse con conocimiento y menos aun en una época en la que el exceso desmesurado de información puede convertirse en un obstáculo para la producción del conocimiento propiamente dicho (INNERARITY, 2011)[5].
Esto quiere decir que la denominada sociedad del conocimiento supone en su propia dinámica una paradoja estructural: En la medida en que la información se incrementa a cada paso y se hace extensiva a la totalidad de la población a través de los canales que permiten las TIC, dicho exceso de información le da al hombre la posesión de un conocimiento más efímero y fragmentado; de una parte, porque no puede conocer todo lo que circula como información y de otra, porque esto mismo lo obliga a sobrevivir en el mundo con un conocimiento limitado de su entorno (político, cultural, económico, etc.).

3.1. Fundamentos teóricos para la comprensión de las TIC en la práctica educativa. (Alcances y perspectivas).
De lo anterior podríamos deducir que las tecnologías de la información y las comunicaciones son en las sociedades contemporáneas no solamente un medio de acercamiento entre las personas devenidos de los adelantos en la ciencia y la técnica moderna, sino que por su misma dinámica y la vinculación que tienen con la vida cotidiana propia de la sociedad del conocimiento, se convierten en el medio y espacio por excelencia donde desarrollar los procesos de aprendizaje que interioricen en el sujeto las herramientas cognitivas necesarias para convivir en un mundo que se alterna cada vez más entre los espacio sociales tradicionales y los virtuales o del mundo cibernético.  
Para analizar el papel que deberían jugar las TIC es las prácticas educativas de las sociedades contemporáneas debemos partir de un supuesto innegable: las prácticas educativas tradicionales quedarían relegadas si no se adaptasen a las necesidades de una generación completa que ha nacido y crecido en el mundo de los virtual, de las redes sociales, internet y del conocimiento más allá de los libros de texto en formato físico.
Esto implica un cambio de paradigma en la concepción de la educación asociada los procesos de aprendizaje formal escolarizado que en otro momento se restringía exclusivamente al espacio del salón de clases y a la información otorgada por el maestro (COLL, 2004). El hecho de que una generación entera haya crecido familiarizada de manera informal con herramientas como  internet asociadas con los espacios de la vida cotidiana abre la posibilidad para que esta misma pueda introducirse con mayor facilidad en las prácticas pedagógicas.  
Históricamente, el primer avance en la aplicación de las TIC al campo de la educación aparece con la implementación del “e-aprendizaje” (e-learning) en las prácticas pedagógicas con el principal objetivo de utilizar algunas herramientas de las TIC[6] para mejorar la calidad del aprendizaje y mejorar su comprensión.
Este ha sido –a la manera de ver de muchos autores contemporáneos- el punto de empalme entre las prácticas pedagógicas clásicas y la llamada nueva escuela: el argumento central de esta perspectiva es que “las TIC están transformando los escenarios educativos tradicionales, al tiempo que están haciendo aparecer otros nuevos” (COLL, 2004. Pág. 4).
Lo anterior quiere decir que la educación está pasando actualmente por un proceso revolucionario tanto en la metodología a través de nuevas herramientas, como en los contenidos en vista del nuevo concepto de conocimiento propio del siglo XXI.
No obstante lo dicho hasta este punto, la mayoría de estudios en materia pedagógica sobre la implementación de las TIC en los espacios educativos no han logrado establecer una correlación directa entre su incorporación a la educación formal y la mejora cualitativa del aprendizaje en los alumnos, principalmente en contextos complejos. Pese a esto, la investigación en educación ha dejado claro que de una u otra forma esta implementación modifica radicalmente las prácticas educativas, lo que deviene necesariamente en resultados nuevos para dicho proceso (COLL, 2004. Pág. 5).
De manera paralela, se transforman en este contexto las relaciones entre los sujetos que hacen parte del espacio de aprendizaje: las relaciones docente-estudiante y estudiante-estudiante -mediadas por las TIC-, modifican no sólo los contenidos que se imparten/comparten en esta interacción, sino la estructura misma del diálogo entre las partes en orientación tanto con los contenidos como con su aprehensión.
La libertad que tienen los estudiantes de acceder a la información a través de múltiples fuentes en espacios como internet  han implicado un cambio radical en el manejo y la orientación de los contenidos por parte del docente. Su papel en este plano se limita en muchas ocasiones a guiar las temáticas, de manera que el estudiante explore la infinitud de posibilidades que encuentra en la red. Ahora bien, cuando la relación docente-estudiante pasa a este plano la jerarquización en el diálogo de saberes se nivela al plano de la relatividad en los puntos de vista respecto del conocimiento adquirido[7] y al diálogo de saberes como base para la construcción de nuevo conocimiento.
En este momentos pensamos directamente en la nueva orientación de la educación hacia el respeto de la diversidad tanto de criterios como de información (de la que necesariamente se pueden obtener diferentes puntos de vista según el enfoque del observador; llámese estudiante, docente o investigador).

Naturalmente la efectividad de los procesos educativos concretos, es decir, pensados para casos particulares, sustentados en la aplicación de las TIC dependerá en todo momento de las características tecnológicas con que se cuente. Los modelos pedagógicos serán en este caso complementarios de las herramientas multimedia, los contenidos elegidos, así como de la familiaridad de estudiantes y profesores con las TIC y la regularidad del contacto establecido.
De esta idea se deriva el problema de las posibilidades y limitaciones presentes en diferentes grupos sociales dentro y fuera del aula; a esto se suma la brecha abierta por restricciones en su uso y las dificultades que tal fenómeno representará al momento de plantear prácticas pedagógicas con carácter colectivo (COLL, 2007, pág. 380).
Es claro, como ya hemos mencionado más arriba, que en los últimos años los procesos formativos en los que se incorporan las TIC no se presentan con el objetivo exclusivo de  comprender el funcionamiento de estas herramientas; pero además, así se incorporen al tema del aprendizaje en general, no se hace de manera aislada como un “simple” conjunto de recursos informáticos, sino que:
“van acompañadas de una propuesta, más o menos explícita, global y precisa según los casos, sobre la forma de utilizarlos para la puesta en marcha y el desarrollo de actividades de enseñanza y aprendizaje”. (COLL, 2007, pág. 381).
Lo anterior quiere decir que finalmente hemos llegado a un punto en que las prácticas pedagógicas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, que en un primer momento se constituían como elementos ajenos entre sí para el desarrollo de la educación sobre la base de nuevas las perspectivas del mundo contemporáneo, asocian en sí mismas proyectos pedagógicos internos propias –de acuerdo con sus características- para formas de enseñanza particulares.
Lo anterior nos permite avanzar en el análisis de la educación como sistema en entornos virtuales garantizados por la aplicación tanto de las TIC como de sus prácticas pedagógicas asociadas.

4.    Educación y entornos virtuales. (e-learning/b-learning).
Los entornos virtuales se han constituido durante los primeros años del siglo XXI en el espacio propio de la enseñanza en un mundo que ha superado las barreras espaciales y las distancias que en otro momento se habían convertido en su principal obstáculo. En virtud de esta razón, la característica principal, aunque no exclusiva, de la enseñanza en entornos virtuales en la posibilidad de establecer prácticas educativas no presenciales, en otras palabras, escenarios de enseñanza relacionados con los espacios y plataformas virtuales.
A riesgo de simplificar en exceso, la transformación de los espacios educativos y sus dinámicas, podríamos decir que la expansión y popularización de medios como Internet en los últimos años han generado una transformación profunda en los procesos de conocimiento incluso por fuera de los ámbitos de la educación formal institucionalizada.
Este problema ha supuesto que la educación tradicional haya adaptado también sus prácticas para “convivir” (no en sentido estricto, por supuesto) con el advenimiento de un nuevo ente formador del ciudadano con la capacidad de acercarlo más a la información universal que espacios clásicos del aprendizaje como las bibliotecas.
Este fenómeno coloca en discusión un doble problema de la educación o la creación de conocimiento en las sociedades contemporáneas y que ya de alguna manera hemos insinuado en varios momentos: De una parte está la apuesta por el aprendizaje como fin explícito de la comunidad en cuestión y de otra, la utilización de las herramientas tecnológicas digitales para “el ejercicio de la acción educativa intencional” (COLL et. al. Citado EN: BUSTOS & COLL, 2010, pág. 7). Lo anterior quiere decir –insistimos- que hay una clara distinción/intensión en la enseñanza entre las comunidades por ver las TIC como medio o como fin (aunque no de forma lineal o histórica).
De todos estos problemas se han derivado las consideraciones académicas sobre la importancia del diseño planificado de entornos virtuales sobre los cuales se desarrollen enseñanza y aprendizaje en tanto procesos complementarios de la educación formalizada.  
Según Bustos y Coll (2010, págs. 178ss), este trabajo tiene dos implicaciones fundamentales que tienen que ponerse en consideración: Primero debe entenderse como necesaria la integración multidisciplinar en el diseño de los ambientes virtuales, de manera que no solamente estén perfectamente desarrollados los recursos tecnológicos, sino también los pedagógicos.
En segundo término, se destaca –como consecuencia- la necesidad de actualizar con cierta periodicidad los métodos pedagógicos y las herramientas virtuales conforme van avanzando los desarrollos tecnológicos y se van modificando las necesidades sociales[8].


4.1.        De nuevo la discusión: e-learning o blended learning.
Como hemos visto hasta ahora, el e-learning incorpora todas las ventajas de las TIC para generar espacios de aprendizaje  en ambientes virtuales; esto, por supuesto, como respuesta a una serie de necesidades devenidas de algunos supuestos de la sociedad del conocimiento como la universalización de la educación y la necesidad de llegar al mayor número de personas traspasando barreras espaciales.
Pese a todas sus ventajas, el e-learning ha sido objeto de múltiples revisiones críticas resultado de investigaciones sobre impacto, difusión y limitaciones. Dentro de las principales objeciones que se ha hecho a su estructura ontológica y epistemológica está la de ver la dinámica del aprendizaje virtual como una contradicción a la dinámica propiamente social y de acercamiento entre personas.
Evidentemente la modalidad del e-learning supone un distanciamiento al menos físico de las relaciones sociales ahora mediadas por videoconferencias, foros, chats y otros recursos telemáticos similares, así como del sentimiento de aislamiento que puede expresar el estudiante frente al evento formativo propiamente dicho[9].
Compartimos con Cabero (2009) la idea de que a pesar de estas limitaciones el e-learning no ha fracasado como proyecto sino que, por el contrario se ha visto en la necesidad de volver sobre problemas que habían quedado sin resolver en la práctica educativa clásica y que fueron descuidados al atender los problemas puramente técnicos del método naciente.
La respuesta a estos problemas se presentó inicialmente como la posibilidad de articular el carácter eficiente y eficaz de la enseñanza tradicional en su modalidad presencial con el formato flexible del e-learning (CABERO et. al. 2009). Esto quiere decir que el b-learning asume las ventajas de las modalidades presenciales y no presenciales en los modelos de enseñanza contemporáneos a través de actividades en ambos casos pedagógicamente estructuradas.
En el sentido más riguroso del término, b-learning puede entenderse en cualquier práctica pedagógica en la que le docente combine diferentes modalidades de enseñanza/aprendizaje; Sin embargo, en un sentido profundo se trata de dar respuesta a las necesidades de una generación que ha crecido dividida entre la enseñanza tradicional y el mundo de Internet más popularizado en los espacios de ocio y tiempo libre que en los de educación en tanto institución formal.
En esto  radica su concepción innovadora como estrategia de enseñanza que incluso en la actualidad está empezando a implementarse en la empresa privada, un espacio que supera con mucho los alcances de la educación tradicional y lo lleva al plano de fenómenos propios del mundo globalizado como los acercamientos entre esferas antes casi ajenas como la empresa privada, el sistema educativo y la política[10].

Conclusiones.
- La relación entre las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones con la educación y los procesos de enseñanza en general se ha convertido en una característica dialéctica de la sociedad del conocimiento. Dialéctica precisamente porque en la medida que las TIC contribuyen a transformar los métodos de enseñanza/aprendizaje, se generan nuevos espacios y prácticas pedagógicas que reclaman para sí herramientas tecnológicas cada vez más complejas e innovadoras.

- A pesar de ser un elemento nuevo de las prácticas pedagógicas, que pretende dar respuesta a las necesidades propias de las sociedades contemporáneas, la aplicación de las TIC en el sistema educativo entra de lleno en el debate sobre la exclusión y la segregación que ha sido desde siempre el tema central de críticas a la educación tradicional.

- El éxito de las TIC aplicadas a la educación radica en la posibilidad que tengan de hacerse extensiva a la totalidad de la población en proceso de escolarización; sin embargo, este argumento se convierte casi siempre en un objetivo a alcanzar que orienta la gran mayoría de políticas educativas, al menos en nuestro contexto nacional, pero choca con temas prioritarios como la universalización de la alfabetización tradicional o con el interés de implementar las TIC incluso antes de realizar un proceso formal de escolarización bajo mínimos, de manera que se garanticen los mínimos básicos para su asimilación.

- La formación de los estudiantes a través de las herramientas pedagógicas que permiten las TIC no sólo son un fin en sí mismas como método de aprendizaje, sino que se convierten en un insumo posterior para el ciudadano de dos maneras complementarias:

1)    La familiarización con las TIC le permite nuevas dimensiones de interacción con las sociedades contemporáneas a través de espacios tan concurridos hoy como internet y el mundo de las redes sociales.

2)    Como consecuencia de esto el ciudadano que se forma en la sociedad del conocimiento adquiere la capacidad de vincularse activamente con temas hasta hace algunas décadas poco concurridos por las nuevas generaciones; piénsese por ejemplo en las redes sociales como mecanismos de participación y acción democrática.    

- La historia de los avances tecnológicos y científicos ha demostrado que de un proceso revolucionario el hombre siempre logra extraer los elementos más constructivos y positivos para contribuir al desarrollo y la idea de progreso que ha sido el motor del mundo moderno desde su génesis.

- Una de las críticas más acérrimas que se ha hecho al e-learning como modelo de enseñanza-aprendizaje ha sido el de contribuir a distanciar y negar la importancia de la presencialidad de las relaciones sociales en campos tan fundamentales de la formación del individuo como lo es la educación.
Sin embargo, esta crítica sólo puede ser considerada en parte y con un carácter más objetivo a fin de comprender la nueva dinámica de las relaciones sociales en un mundo globalizado y mediado por el acercamiento de los ciudadanos de todo el mundo a través de las TIC; fenómeno que realmente supone uno de los más grandes avances en la manera de conectar y acercar distancias en toda la historia de la humanidad.

Bibliografía

AGUDELO Villegas, V. (2008). Sociología Fundamental. Recuperado el 22 de 05 de 2013, de sociologíafundamental.blogspot.com
BUSTOS, A. (2010). Los entornos virtuales como espacios de enseñanza y aprendizaje. Revista mexicana de investigación educativa , 163-184.
CABERO Almenara, J. (2008). Del eLearning al Blended learning. http://tecnologiaedu.us.es , 1-9.
COLL, C. (2001). Psicología de la educación y prácticas educativas mediadas por las tecnologías de la información y la comunicación. Tecnologías y prácticas educativas , 2-24.
COLL, C. (2007). Tecnología y prácticas pedagógicas: Las TIC como instrumentos de mediación de la actividad conjunta de profesores y estudiantes . Anuario de psicología , 377-400.
COLL, C. (2007). TIC y prácticas educativas: Realidades y expectativas. Madrid: Fundación Santillana.
INNERARITY, D. (2011). La democracia del conocimiento. Por una sociedad inteligente. Barcelona: Paidos.
MARQUES Graells, P. (2000). Impacto de las TIC en la enseñanza universitaria. Recuperado el 27 de 08 de 2008, de http://peremarques.pangea.org/ticuniv.htm
MERLANO Dominguez, E. (2008). Las TIC como apoyo al desarrollo de los procesos de pensamiento y la construcción activa de conocimiento. Zona próxima. Revista del instituto de estudios en educación Universidad del norte , 146-155.




[1] Para la descripción de carácter histórico nos serviremos del trabajo realizado por la Escuela superior politécnica de Chimborazo sobre el origen y evolución de las TIC. (VILLACRES, 2008).
[2] Este es el punto central en el que se plantea por primera vez y de manera explícita la aplicación de las TIC en las prácticas pedagógicas y, mejor aún, se abre la posibilidad de que además dichas tecnologías brinden la posibilidad de transformar los procesos de conocimiento tanto en el aprendizaje formal de la educación como institución como en la vida cotidiana.
[3] Enfoques como este hablan de reunir los puntos comunes que hay en estas tres perspectivas; sin embargo, buscar “algunos” puntos comunes en ellas sería, en la mayoría de los casos, perder tiempo buscando coincidencias entre apreciaciones absolutamente complementarias del estudio comportamental, actitudinal y social del conocimiento humano.
[4]Tomado del blog; http://asamalaga.blogspot.com/2008/08/aprendizaje-tradicional-vs-aprendizaje.html
[5] EL concepto de sociedad de la información ya ha empezado a quedar relegado de las teorías sociológicas y políticas de los últimos años. La segunda mitad del siglo XX estuvo caracterizada por el desarrollo e incremento de los llamados Medios masivos de comunicación (Mass-media), caracterizados por su capacidad de llevar la información a todos los planos de la vida cotidiana a través de herramientas como la prensa escrita, la radio y la televisión.

Sin embargo, el concepto que más fácilmente podría describirlos sería el de “medios de información” ya que su labor fundamental era la de informar y no la de interactuar con el receptor. Este concepto daría un giro radical con la masificación de internet en los años 90 y el surgimiento de la “web 2.0” en cuyo nombre se resume la posibilidad no solo de informar sino también de interactuar, pasando de un proceso de información y uno de comunicación en tanto construcción de conocimiento colectivo.
[6] Principalmente los instrumentos multimedia: imágenes, video, audios y texto.
[7] No se quiere decir con esto que el conocimiento caiga en este punto en el puro relativismo donde cualquier perspectiva es válida y no hay posibilidad de que se pueda entablar un criterio de objetividad respecto de cuál es la “verdadera interpretación”.

A lo que se apunta realmente es a ver cómo estas nuevas herramientas de aprendizaje abren las puertas a una superación definitiva de las relaciones jerárquicas en la orientación del conocimiento para llevarlas al plano de un diálogo orientado a la comprensión donde el docente juega un papel más de guía para la interpretación de los contenidos con el objetivo de propender por un aprendizaje reflexivo y crítico de parte del estudiante.
[8]Evolución del software social o la Web 2.0 y de los entornos de inmersión 3D o mundos virtuales” (Bustos & Coll, 2007, pág. 179).

[9] A esto podríamos sumar dificultades como la de competencias en materia tecnológica, adaptación a los nuevos métodos de aprendizaje, costos e infraestructura, entre otros. Aspectos que sólo tratamos tangencialmente para ocuparnos del problema sociológico que hay de trasfondo.   
[10] Aunque este espacio está aún por explorarse y profundizarse de cara al futuro por parte de la academia y demás partes implicada.